P R O P U E S T A
CONSUMO DOMÉSTICO PARA CAMBIAR EL MUNDO
Texto del "Círculo Mujeres en Pie de Paz" de Arboleda de Gaia.
Texto del "Círculo Mujeres en Pie de Paz" de Arboleda de Gaia.
¿Has pensado alguna vez que lo que compras en el mercado puede cambiar el mundo?
Pues así es, porque las mujeres somos el mercado mundial más importante, con un potencial económico superior al de India y China juntas. Según indican los actuales estudios de mercado somos las mujeres quienes tomamos el 85% de las decisiones de compra para el consumo familiar.
Amigas, este dato es importantísimo ya que indica que nuestras opciones de consumo TIENEN EL POTENCIAL para cambiar muchos aspectos del mundo en que vivimos.
Los niveles de toxicidad de nuestros cuerpos y de la tierra misma indican que ha llegado el momento de manifestar nuestra coherencia mediante un consumo comprometido con la Tierra y la salud humana, animal y vegetal. No se trata de un capricho, sino de una realidad alarmante que nos obliga a un cambio de actitud radical y a una toma de postura que pueda ser ejemplo para nuestros niños y niñas. Se trata de protegernos a nosotras mismas, a nuestras familias y a nuestro hogar: la Tierra.
POR TODO ELLO NUESTRA PROPUESTA ES BASAR NUESTRA ALIMENTACIÓN EN PRODUCTOS ECOLÓGICOS DE PRODUCCIÓN NACIONAL.
Sabemos que es difícil modificar los hábitos de consumo, que a todas nos cuesta encontrar el sitio adecuado para comprar pescado, carne o fruta cuya calidad nos satisfaga y que, además, nos quede cerca de casa y tenga un horario y un precio que cuadre con nuestras posibilidades. Que da pereza abandonar el supermercado del cual ya conocemos pasillos y distribución, lo que nos permite hacer la compra más rápido.
Decidir que sólo vamos a consumir productos ecológicos y locales significará en principio un trabajo añadido que seguro nos costará asumir. Aunque también podemos trasladar a nuestros tenderos habituales nuestras intenciones de compra y, probablemente, ellos estén deseosos de satisfacernos para que sigamos acudiendo a su local.
El mercado de abastos es nuestro lugar de poder. Todas sabemos cómo ejercerlo, ya que allí nadie nos discute y no necesitamos cuotas de representatividad; es el lugar donde las mujeres reinamos.
Un lugar humilde, es cierto, al que apenas nadie presta atención. Pero justamente allí es donde nosotras podemos apoyar con nuestro consumo una agricultura ecológica de respeto a la tierra y a todos los seres vivos de un modo mucho más inmediato que, por ejemplo, votando cada cuatro años.
Hasta ahora nos han manipulado con campañas de marketing que ofrecen fraudulentamente productos saludables, cuando en realidad contaminan nuestro cuerpo, el de nuestras familias y el del entorno. A partir de hoy, las tornas pueden cambiar y ser nosotras quienes pongamos condiciones para consumir.
Para cambiar el mundo no hace falta salir a las calles a enfrentarnos con los antidisturbios. Podemos hacerlo tomando consciencia del enorme poder que se esconde en nuestro monedero y en nuestro carrito de la compra. Del enorme poder transformador que se pone en marcha cuando asumimos NUESTRA PROPIA RESPONSABILIDAD en lo que está ocurriendo Y DECIDIMOS CAMBIAR NUESTRA ACTITUD.
Podemos dejar de comprar en los grandes supermercados y volver a las pequeñas fruterías para apoyar el pequeño comercio local que está desapareciendo. Podemos conectar con las cooperativas de consumo ecológico. Podemos averiguar dónde se ha producido lo que compramos y volver a consumir sólo productos nacionales y frescos en lugar de manzanas de América del Sur o kiwis de Nueva Zelanda.
Podemos asumir nuestro poder y hacerlo visible ante el mercado; sin necesidad de recurrir a la violencia; sólo con nuestra manera femenina de ver y de vivir, y siendo a la vez ejemplo para que nuestros niños y niñas aprendan que otro mundo es posible.
Nuestro cambio de actitud puede influir para que España deje de ser, junto con Rumania, el único territorio de Europa no libre de transgénicos; o para que se deje de usar el herbicida glifosato, comercializado por Monsanto, que está contaminando gravemente aguas y suelos y genera serios problemas de salud.
Actualmente los productos ecológicos son más caros en España, pero este coste se puede compensar si salimos de la rueda del consumo y nos alineamos con una filosofía de vida más sencilla en la que, si es necesario, nuestras compras se centren básicamente en lo esencial para la vida: los alimentos y el agua.
No podemos eludir la responsabilidad de dejar de fomentar con nuestro dinero aquello que está destruyendo la tierra y los seres; la responsabilidad de activar todos nuestros recursos para demostrar que OTRO MUNDO ES POSIBLE.
PARA CONSTRUIRLO NOS HEMOS PUESTO EN PIE DE PAZ…
...Y PROPONEMOS COMPRAR SÓLO PRODUCTOS ECOLÓGICOS DE PRODUCCIÓN NACIONAL, porque deseamos una agricultura beneficiosa para el planeta y para los seres que lo habitan.
…PARA RECLAMAR QUE ESPAÑA SEA TIERRA LIBRE DE TRANSGÉNICOS ya que nos avergüenza ser, junto a Rumania, el único país de Europa que incumple esta condición.
…PARA UNIRNOS A GREENPEACE en su rechazo a la liberalización del uso de los cultivos transgénicos (OMG, Organismos Modificados Genéticamente) que amenazan nuestra salud, deterioran el medio ambiente, destruyen la agricultura familiar sostenible y agravan el hambre en el mundo. Es urgente aplicar el principio de precaución y detener ya el experimento genético que se está llevando a cabo a escala mundial.
…PARA EXIGIR a nuestras administraciones un control más severo de las aguas y los suelos; y para que prohíban el uso de las formulaciones herbicidas del veneno glifosato (marca Roundup de Monsanto) tan usado en nuestras tierras, en base a una regla tan sensata como es el principio de precaución.
…PARA COMPROMETERMOS a colaborar con nuestros pensamientos y acciones en transformar nuestro paradigma mental, aportando a nuestro cuerpo alimentos, pensamientos y emociones limpias; aportando a nuestro entorno calma, alegría, solidaridad y cooperación, como herramientas con las que afrontar las dificultades generadas por la crisis financiera.